II DOMINGO DE CUARESMA

Pan de la Palabra en Familia

«LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS, ESCUCHAR AL HIJO AMADO DEL PADRE»

Esta iniciativa tiene la intención de acercar más a las familias a los tesoros que abundan en la Palabra de Dios. Pongo en tus manos estos sencillos pasos que, si se llevan a cabo como se aconseja, estoy seguro que ayudarán a papás, hijos, abuelos y a todos los miembros de cada familia a conocer, comprender y poner en práctica lo que Dios una y otra vez nos dice. El Espíritu Santo ilumine a cada familia en esta aventura, y la Virgen María y San José nos muestren a la Palabra hecha carne, a quien ellos mismos contemplaron.

Pbro. Martín González Soria

Catedral de San Buenaventura, Edo. de México.

PASO 1. ORAMOS EN FAMILIA

Estando reunida la familia hacen la siguiente oración:

Papá o mamá: Señor, Padre nuestro, queremos que tú seas el centro de nuestra familia. Te ofrecemos nuestro hogar y nuestro corazón. Especialmente te damos gracias porque nos das la oportunidad de continuar en este tiempo de gracia, que es la cuaresma, camino que nos lleva de tu mano para celebrar y vivir los misterios de nuestra salvación: tu Pasión, tu Muerte y tu Resurrección.

Todos los demás miembros de la familia: Señor, tu Palabra sea lámpara que ilumine nuestros pensamientos, palabras y acciones, a fin de que transforme y moldee el barro del que estamos hechos y así, cada vez más tomemos la forma que tu quieres, que tú has soñado para esta familia. Virgen María, prepara nuestro corazón para acoger la Palabra como tú la acogiste y te alimentaste de ella. Amén.

PASO 2. ESCUCHAMOS EN FAMILIA LA BUENA NOTICIA

En este ambiente de oración leemos y escuchamos el pasaje bíblico: (un miembro de la familia lee 2 veces el pasaje del evangelio según San Marcos Capítulo 9, versículos 2 al 10)

Del Santo Evangelio según San Marcos 9, 2-10

En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué agusto estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados.

Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo amado; escúchenlo».

En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de `resucitar de entre los muertos´. Palabra del Señor.

PASO 3. ANTES DEL DIÁLOGO EN FAMILIA ES NECESARIO TENER EN CUENTA QUE …

Antes de abordar el texto de hoy, es muy importante que lo ubiquemos en el evangelio según san Marcos, para esto, algún miebro de la familia lea: Mc 8,31-33 y alguien más lea Mc 9, 30-32. ¿En dónde se encuentra el pasaje de la transfiguración de Jesús? Sí, precisamente en medio de dos anuncios que hace Jesús de su pasión. Esto quiere decir que Jesús está anticipando, con su transfiguración, la gloria que vendrá después de su pasión, pero primero es necesario pasar por la cruz.

El texto bíblico de hoy es conocido como «La transfiguración de Jesús». En este texto hay algunos símbolos que es necesario no pasar por alto: el monte alto, la transfiguración, lo que simbolizan Elías y Moisés, las chozas, la nube, la voz que salió de ella, el mandato de esa voz.

En primer lugar, hay que decir que la palabra «transfiguración» proviene del verbo griego metamorfeo, esta palabra nos suena familiar porque de ahí proviene también el término «metamorfosis», que quiere decir literalmente «transformación». Esto significa que Jesús se transformó, sus vestiduras y todo su ser se transformaron, se cubrieron de una blancura excepcional.

El monte donde tuvo lugar la transfiguración simboliza el lugar del encuentro con Dios, en muchas ocasiones aparece el monte en los textos bíblicos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, no sólo como un sitio geográfico sino como un espacio de fe, en el que se da el encuentro entre Dios y el hombre; ¿Recuerdan algún otro pasaje bíblico donde Dios se encuentra con alguien en algún monte?

Los personajes de Elías y Moisés son dos personalidades que pertenecen al Antiguo Testamento; a Moisés Dios le entregó las tablas de la ley, ¿recuerdan en qué lugar?; por ser el portador de esas tablas, Moisés simboliza toda la ley del Antiguo Testamento; por su parte, Elías es prototipo de el profetismo en Israel, Elías, pues, simboliza a los profetas del Antiguo Testamento. Esto quiere decir que junto con Jesús, están la ley y los profetas, representados en Moisés y Elías. Aunque la versión de San Marcos no nos dice de qué hablaban Moisés y Elías con Jesús, si recurrimos a San Lucas, él sí nos dice cuál era el tema de su conversación, ¿Quieres saber de qué hablaban? Consulta Lc 9,30-31.

Las chozas. El pueblo de Israel fue un pueblo nómada, durante su camino por el desierto a la tierra prometida vivían en tiendas o chozas. De hecho entre sus fiestas había una que se llamaba «la fiesta de las chozas o de las tiendas o de los tabernáculos», duraba siete días y tenía lugar después de la cosecha, se distinguía por el descanso y la fiesta. (Algún miembro de la familia lea Lv 23,39-44). Cuando Pedro pide a Jesús fabricar tres chozas está haciendo recuerdo de esta fiesta y desea la estabilidad, la vida feliz anticipada, como si ya se hubiera arreglado todo sin la cruz.

La nube: Simboliza la presencia de Dios que acompaña a su pueblo, Ex 13,21, ahora de la nube sale la voz del Padre que dice: «Este es mi Hijo amado; escúchenlo». Es fundamental saber que el tiempo en el que está el verbo escuchar es en presente imperativo, es decir, nuestro Padre nos está pidiendo que hay que escuchar a Jesús constantemente, una y otra vez, siempre. En un tiempo, en el Antiguo Testamento, se escuchó a Moisés y Elías, ahora es el tiempo de escuchar a Jesús, la Palabra, el verbo de Dios que se ha hecho carne.

DIALOGAMOS EN FAMILIA CON LA BUENA NOTICIA

  1. Jesús se transfigura, se transforma, ¿Nos consideramos una familia que poco a poco va transfigurando el rostro de Jesús en su vida? ¿Nos parecemos más a él? ¿O tal vez lo desfiguramos? ¿Qué actitudes nos invita a practicar la transfiguración de Jesús en nuestra familia?
  2. Recordemos que estamos en el camino de la cuaresma hacia la pascua, camino de la cruz hacia la transfiguración. Como Pedro, ¿Queremos que todo sea fácil, sin esfuerzo, sacrificio y dedicación? ¿Somos una familia que se ha instalado en su zona de confort? ¿Qué acciones hemos de realizar para salir de este adormecimiento y ser una familia discípula y evangelizadora?
  3. Nuestro Padre nos pide escuchar siempre a Jesús, su Hijo amado. En nuestra familia, ¿Dedicamos tiempo e interés para escuchar a Jesús, que nos habla en los evangelios? ¿Es una actitud constante o inconstante? ¿Qué podemos hacer para escuchar más a Jesús?
  4. En general, ¿A qué me invita la transfiguración de Jesús? ¿Qué actitudes voy a tomar de hoy en adelante que me ayuden y ayuden a mi familia en el seguimiento de Jesús?

PASO 4. ORAMOS Y AGRADECEMOS EN FAMILIA

En torno a una biblia abierta, donde se encuentra el pasaje que acabamos de meditar, y puesta al centro de la familia en una mesita con un cirio encendido, hacemos en familia oración. Dios nos ha hablado en su Palabra, ahora ¿qué le respondemos nosotros?, ¿qué nos anima la Palabra decirle a Jesús? A partir de une frase o una actitud de Jesús puedes hacer tu oración. Espontáneamente cada miembro hace oración en voz alta. Finalmente buscamos el canto en google: «Señor, a a quién iremos», y lo escuchamos con atención.

Puedes escuchar el canto en este link de música católica

PASO 5. PARA SABER MÁS…

San Marcos fue el primer evangelio que se escribió, alrededor del año 65-70 de nuestra era. Al ser el primero, fue una de las dos fuentes para los evangelistas san Mateo y San Lucas. Estos tres evangelios los conocemos como los evangelios sinópticos, que literalmente quiere decir, «con una mirada», porque con una mirada podemos descubrir muchas semejanzas entre los tres, aunque también hay diferencias significativas. Por ejemplo, el pasaje de la transfiguración está en los tres evangelios sinópticos: Mc 9,2-8; Mt 17, 1-8; Lc 9,28-36.

Reto: En familia descubran las semejanzas y las diferencias.

Evangelios Sinópticos

Nota: El evangelio según san Juan no se considera sinóptico debido a que sigue una estructura muy diferente a los otros tres.

¡Acepta El Reto!

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