I CUARESMA jueves 14 marzo de 2019
Est 4,17n. p-Rl. aa-bb. gg-hh; Sal 137; Mt 7, 7-12.
Continuando la catequesis obre la oración, Jesús nos invita a darle a ésta más insistente, y con coherencia que lleva a la verdadera confianza. La direncencia entre piedra y pan, o pescado y serpiente, es obvia, convence.
De los ejemplos nos lleva a la verdad de su amor: “Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos… con cuánta mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan”.
Y no termina ahí la catequesis. Jesús añade algo que parece estar fuera de contexto: “Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes”. Tratemos a Dios como queremos que Él nos trate, y así con nuestros hermanos.
Un hijo camina con confianza no sólo al saber que su papá lo cuida sino también al saber que su papá confía en él. Si nos fiamos del Padre, si lo amamos, siendo Él la fuente del amor, viviremos en ese amor. Habrá mutua confianza.
Los ninivitas primero escucharon la predicación de Jonás y le creyeron. Por eso temieron al Señor, con esperanza del perdón. Llegaron al ayuno y la penitencia.
Es ejemplar la oración de Esther, que expresa la firme confianzaen el Señor, y y por esa convicción actúa, buscando el bien de todo el pueblo. Reconoce que han pecado y afirma que quieren volver al Señor, le pide misericordia.
No pensemoa en la oración, el ayuno y la penitencia sólo en la intimidad, para protección egoísta. Tomémoslos como vehículos para estar en el Padre, entrar en su vida, y renovar nuestra relación con los demás en el amor y la justicia.
Nuestra penitencia personal, para ser completa, alimentada de la oración, tocando la realidad personal y social, convertirnos y procurar cambiar nuestro ambiente por la justicia.