Sábado 14 de abril de 2018
Comunicado a todos los miembros de la Iglesia que camina en México,
y a todas las personas de buena voluntad.
La tarde del viernes 13, un vecino del Municipio de Tultitlán, me informó de la presencia de migrantes en las inmediaciones de la Parroquia Inmaculada Concepción, Tultitlán. De inmediato me comuniqué con el P. Moisés Herrera Administrador de la misma, y con el Vicario Territorial P. Juan Benítez Calderón, así como con el P. Eloy Ulises, director de la Casa del Migrante para buscar cómo atenderlos.
Agradezco al P. Moisés y a la comunidad de fieles a él encomendada, la pronta reacción para elaborar y distribuir alimentos a los más de 900 hermanos que ahí llegaron. Algunos de entre ellos dijeron que el P. Solalinde les señaló llegar a ese lugar y “que ahí serían atendidos”, cosa de la que este sacerdote no nos informó. El dirigente Ireneo Mujica y su acompañante Gina Garribo expresan que su acción es política y humanitaria; esto último lo contradice la forma en que conducen a nuestros hermanos. Supimos que la Basílica de Guadalupe los atendió en la Casa del Peregrino.
Agradecemos a los sacerdotes Moisés y Juan y los fieles que proporcionaron recursos personales para conseguir medicamentos y alimentos. Distribuyeron 1000 lonches, agua y café y a los niños se les dio leche; a la Dra. Juana Urbina que, como voluntaria, por cerca de diez horas atendió a muchos de los niños y adultos que requerían cuidado.
Como discípulos de Jesús acogemos a nuestros hermanos necesitados. Rechazamos la actitud de activistas que no toman en cuenta su dignidad ni sus derechos de los migrantes, ni atienden sus necesidades básicas: salud, alimento, agua. Es contradictorio defender la dignidad y derechos de las personas y llevarlas sin ese respeto a su dignidad. Esperamos que el señor Ireneo Mujica reconsidere su conducta respecto a estos hermanos más desprotegidos.
Algunos hermanos migrantes salieron a las 4 am., y otros a las 9 am., con destino a Celaya.
Pidamos a la Sagrada Familia que nos ayude para que sepamos acoger, proteger, acompañar e integrar de la mejor manera a nuestros hermanos más necesitados.
Atentamente,
+Guillermo Ortiz Mondragón
Obispo de Cuautitlán.
Encargado de la DEPMH