EL PAN DE LA PALABRA DE DIOS PARA NUESTRA FAMILIA

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

«DEJARNOS TOCAR POR JESÚS

PARA ABRIR NUESTRA VIDA A DIOS Y AL PRÓJIMO»

Esta iniciativa tiene la intención de acercar más a las familias a los tesoros que abundan en la Palabra de Dios. Pongo en tus manos estos sencillos pasos que, si se llevan a cabo como se aconseja, estoy seguro que ayudarán a papás, hijos, abuelos y a todos los miembros de cada familia a conocer, comprender y poner en práctica lo que Dios una y otra vez nos dice en su palabra, que es pan que alimenta y vida para el mundo. El Espíritu Santo ilumine a cada familia en esta aventura, y la Virgen María y San José nos muestren a la Palabra hecha carne, a quien ellos mismos contemplaron.

Pbro. Martín González Soria

Catedral de San Buenaventura, Edo. de México.

PASO 1. ORAMOS EN FAMILIA

Estando reunida la familia hacen la siguiente oración:

Papá o mamá: Señor, Padre nuestro, queremos que tú seas el centro de nuestra familia. Te ofrecemos nuestro hogar y nuestro corazón. Especialmente te damos gracias por el don de la creación y de nuestra redención. Ponemos en tus manos a tantas familias que están pasando por momentos difíciles para que experimenten tu consuelo y tu paz. Amén

Todos los demás miembros de la familia: Señor, tu Palabra sea lámpara que ilumine nuestros pensamientos, palabras y acciones, a fin de que transforme y moldee el barro del que estamos hechos y así, cada vez más, tomemos la forma que tu quieres, que tú has soñado para esta familia. Virgen María, prepara nuestro corazón para acoger la Palabra como tú la acogiste y te alimentaste de ella. Amén.

PASO 2. ESCUCHAMOS EN FAMILIA LA BUENA NOTICIA

En este ambiente de oración leemos y escuchamos el pasaje bíblico: (un miembro de la familia lee 2 veces el pasaje del evangelio según San Marcos Capítulo 7, versículos 31 al 37)

Del Santo Evangelio según San Marcos 7, 31-37

Hace oír a los sordos y hablar a los mudos

En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusieran las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: «¡Effetá!» (que quiere decir: «¡Ábrete!»). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.

       Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: «¡Qué bien hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos».

Palabra del Señor.

PASO 3. ANTES DEL DIÁLOGO EN FAMILIA ES NECESARIO TENER EN CUENTA QUE …

  1. El milagro que Jesús realiza al abrir el oído y la boca de un sordomudo tiene lugar en la región de Decápolis, este territorio estaba formado por diez ciudades, de ahí el término «Decápolis», que viene del griego y significa «Agrupación de diez ciudades, en especial un grupo en Jordán, en Israel y otro en Siria». La ciudades que formaban la Decápolis son las que están escritas en color negro en el siguiente mapa:
  1. Una parte de esta región, que era por donde Jesús atravesaba, era territorio pagano, es decir, no correspondía a la parte donde vivían los judíos. Menciono esta precisión porque Jesús realiza el milagro de dar voz y oído a un sordomudo que era pagano o gentil. Este milagro no sólo hace que el sordomudo se abra a escuchar y hablar sino que también Jesús se abra a anunciar el Reino de Dios en lugares que se consideraban cerrados a la misericordia y a la gracia divina, porque los paganos estaban considerados como olvidados de Dios.
  2. Al curar al sordomudo, Jesús va en busca de quienes no han oído hablar de su Palabra y no han profesado su fe en el Dios único y verdadero, a quienes no han llegado a conocer al verdadero Dios. En este sentido, este texto bíblico nos recuerda que Jesús ha sido enviado no sólo a las ovejas descarriadas de la casa de Israel sino a todos los pueblos y naciones. Los paganos están llamados a abrirse a Dios a no permanecer cerrados en su modo de vida.

DIALOGAMOS EN FAMILIA CON LA BUENA NOTICIA

  1. Compartimos en familia lo que el Espíritu Santo nos ilumina y respondemos a las siguientes preguntas: En el rito del sacramento del Bautismo se tiene el rito del «Effetá», cuando el sacerdote pronuncia esta palabra aramea, al mismo tiempo hace una cruz en el oído del niño y otra en su boca, y dice: «El Señor Jesús, que hizo oir a los sordos y hablar a los mudos, te conceda a su tiempo escuchar su palabra y profesar la fe para alabanza de su gloria», ¿Somos una familia que tiene el oído abierto a la palabra de Dios, cómo lo notamos? ¿Proclamamos nuestra fe con nuestras palabras y con nuestro ser, cómo lo notamos?
  2. El imperativo que Jesús utiliza «Effetá, ábrete» más que dirigido a los oídos está dirigido a toda la persona, podríamos traducirlo como «hazte abierto», ¿Nos consideramos una familia abierta a Dios y a quienes nos necesitan, qué podemos hacer para que llegar a vivir así? Estar abierto es lo contrario a permanecer cerrado, ¿Cómo podemos superar las situaciones que nos cierran a la gracia? ¿Consideran que el hombre de hoy está abierto o cerrado a Dios?
  3. Jesús toca al enfermo para curarlo, ¿Estamos dispuestos a dejarnos tocar por Jesús, dejar que toque nuestra vida para que esté abierta a Él y a quien nos necesita? ¿De qué enfermedades necesita ser curada la familia en nuestra sociedad? Mencionen algunas.

PASO 4. ORAMOS Y AGRADECEMOS EN FAMILIA

En torno a una biblia abierta, donde se encuentra el pasaje que acabamos de meditar, y puesta al centro de la familia en una mesita con un cirio encendido, hacemos esta oración.

Decimos todos: «Gracias Señor Jesús porque tu Palabra nos abre. Te pedimos con humildad que abras aquellas partes de nuestra persona que aun permanecen cerradas a ti y a nuestros hermanos. Que seamos una familia abierta a la fe, a tus enseñanzas, a tu Palabra, a tu misma vida y gracia, líbranos de la cerrazón de mente y corazón. Amén.

Dios nos ha hablado en su Palabra, ahora ¿qué le respondemos nosotros?, ¿qué nos anima la Palabra decirle a Jesús? A partir de une frase o una actitud de Jesús puedes hacer tu oración. Espontáneamente cada miembro hace oración en voz alta. Finalmente buscamos el canto en google: «Estoy a la puerta y llamo» y lo escuchamos con atención.

PASO 5. PARA SABER MÁS…

«¡Qué bien lo hace todo!». Esta reacción de la gente al ver el milagro de dar oído y voz a un sordomudo, evoca dos frases; la primera del libro del Génesis, cuando Dios va creando el universo: «Y vio Dios todo lo que había hecho y he aquí que era bueno» (Gen 1,31); la segunda, tomada del libro de los Hechos de los Apóstoles: «(Jesús) pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo (Hch 10,38). Si quisiéramos «definir» a Dios, no bastaría atribuirle el adjetivo «Bueno», sino el sustantivo «BONDAD». Dios es la BONDAD absoluta, en sí mismo es BONDAD y por eso todo lo que hace es bueno, él no puede hacer nada malo porque iría en contra de su misma esencia, de su ser BONDAD. Esto nos motiva a que todo lo que hagamos, lo hagamos lo mejor que podamos, porque al hacerlo así, estaremos proyectando en nosotros la imagen y semejanza de Dios.

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