Pbro. Marcos Rodríguez
Don Fernando de Alba Ixtlilxóchitl, nos dice que Juan Diego, después de 17 años de servir a la Señora del Cielo en la Primera Ermita del Tepeyac, murió en el año de 1548, a la sazón que murió el señor Obispo (Zumárraga).
A su tiempo le consoló mucho la Señora del Cielo, quien le vio y le dijo que ya era hora de que fuese a conseguir y gozar en el cielo cuanto le había prometido. También (como su tío Juan Bernardino) fue sepultado en el templo (la primera ermita). Andaba en los 74 años cuando murió . La Purísima, con su precioso hijo, llevó su alma a donde disfruta de la gloria celestial.
Confirmando lo anterior, escribió el P. Florencia: “Es tradición, que barriendo una vez la Iglesia, le habló la Señora desde su altar y le avisó la cercanía de su tránsito… y todo es creíble por las finesas y demostraciones de la Señora con él, y la devoción y puntualidad de Juan Diego de asistir a su Imagen y servirla en su Santa Casa”.
Más adelante afirma este autor: “se tiene por cosa constante entre los naturales habérseles aparecido y asistido a la cabecera la Santísima Virgen, a los dos, tío y sobrino, a la hora de la muerte, consolándolos para pasar con animoso aliento aquel decretorio trance”.
El Padre Anticoli en su “HISTORIA GUADALUPANA” señala que Fray Juan de Zumárraga murió el 3 de junio de 1548 y añade: “en el mismo mes y año murió Juan Diego a los 74 años de edad”.
Historiadores contemporáneos coinciden, que es probable que murió San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el 12 de junio de 1548.
